Elementos de la Guardia Nacional (GN) y la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena), llegaron ayer a la capital del estado que sigue hundida en la violencia, dizque para reforzar la seguridad.
Esta es como la cuarta vez que llegan más fuerzas federales, ante una estrategia de seguridad fallida, tal como se ha visto desde hace meses que a pesar de la presencia de estas dos dependencias federales a plena luz del día los ilícitos siguen dándose.
Según información oficial llegan más de 300 soldados para proteger a municipios como Acapulco, Chilpancingo y Zihuatanejo.
El crimen organizado se ha enseñado con la quema de vehículos, de los más recientes se destaca una urvan de la línea de la Montaña la cual cubre la ruta de Chilapa-Chilpancingo, la cual según vecinos fue atacada por dos hombres armados los cuales iban a bordo de una motocicleta y aventaron granadas a la unidad automotriz que se encontraba estacionada en una colonia que se encuentra a borde de la carretera Chilpancingo-Tixtla.
En reiteradas ocaciones el obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza que la solución sería el dialogo entre los grupos del crimen organizado sin embargo las autoridades estatales han optado por el reforzamiento de la seguridad para “combatir la violencia”.
Rangel Mendoza también a asegurado que gente del gobierno del estado y municipal de Chilpancingo sabe quién hace los desmanes que tienen a Chilpo hundido entre la violencia, “ellos saben, porque hacen tanto show con el Ejército y la Guardia Nacional si saben dónde viven que vayan por ellos y se calman las cosas”, ha manifestado el prelado católico en entrevistas con medios locales de Chilapa y estatales.
Mientras los chilpancingueños esperan que el operativo de seguridad de sus frutos, seguirán los levantones, cobros de piso, balaceras y quema de vehículos.