API Guerrero
Ciudad de México.- Periodistas de Ciudad de México y varios estados de la República, protestaron la noche de este miércoles en la Fiscalía General de la República para exigir justicia por el asesinato en Guerrero de Fredid Román Román.
Los reporteros, fotógrafos y camarógrafos se concentraron en los accesos principales al edificio ubicado en la Glorieta de los Insurgentes, y lo clausuraron simbólicamente colocando fotografías de los 15 periodistas asesinados este año. Pegaron cintas cruzadas y algunas veladoras al pie de las imágenes.
En la actividad estuvieron presentes y participaron los periodistas: Jonathan Cuevas de la agencia API Guerrero y desplazado de esa misma entidad, así como Rodolfo Montes de Quintana Roo, quien denunció en una conferencia “mañanera” del Presidente López Obrador, que había sido amenazado de muerte.
El primero exigió justicia para Fredid Román, asesinado el pasado lunes 22 de agosto en Chilpancingo, Guerrero, así como seguridad para su familia que este día reveló que temen por su vida.
Además, exigió a los gobiernos federal y estatal, garantías de seguridad y para el ejercicio de su labor de todos los periodistas de Guerrero, ante las dificultades que existen para ejercer este oficio en la entidad. También pidió se que haya investigaciones reales sobre las agresiones y desplazamientos forzados de periodistas, y que se castigue a los responsables.
Rodolfo Montes denunció por su parte que, tras la denuncia que hizo ante el presidente López Obrador, le retiraron su gafete para poder ingresar a las “mañaneras”, y hasta la fecha no le han vuelto a dar acceso. Es decir, lo han “bloqueado” de las conferencias del Presidente.
La protesta fue convocada por la Asamblea de Trabajadores de Medios de Comunicación contra la Precarización Laboral “Tenemos Que Hablar”, que en voz de Ángel Armando Castellanos fijó un posicionamiento sobre el asesinato de Fredid Román.
Reprocharon que a pesar de que según las autoridades, “no había amenaza directa” contra Fredid, existía el antecedente del asesinato de su hijo hace menos de dos meses, pero aún así las autoridades estatales y federales no realizaron alguna acción para proteger la vida del periodista.