Redacción/El Financiero
En una serie de emails, el grupo de Hackes Guacamaya señalaron que la revisión de los correos electrónicos de la Secretaría de la Defensa Nacional indicaba hasta ahora que gran parte de la información ya estaba disponible públicamente.
El grupo incluso agregó que dudan que existan correos “explosivos”, posiblemente porque las comunicaciones más delicadas cuentan con mejor protección.
Sin embargo, los hackers advirtieron que existe evidencia de que las Fuerzas Armadas están siguiendo muy de cerca los movimientos políticos y sociales.
Indicaron que eso a grupos opuestos a la construcción del llamado Tren Maya en la península de Yucatán; los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa quienes fueron secuestrados por policías locales y presuntamente entregados al grupo de narcotraficantes Guerreros Unidos para que los asesinara en 2014 —un caso en el que algunos militares han sido acusados de haber participado-; y al al movimiento rebelde zapatista que en 1994 se alzó en armas en el sur de México.
En lugar de intentar obtener beneficios monetarios o exigir un rescate por penetrar los sistemas informáticos gubernamentales por medio de un ciberataque, Guacamaya parece ser más una operación “hacktivista” con la que se pretende filtrar documentos con fines de justicia social.
El periodista Carlos Loret de Mola dijo que, entre los correos electrónicos robados, había registros médicos sobre el presidente, incluyendo un vuelo de emergencia a la capital del país desde su rancho en enero, en un momento en que padecía una fuerte angina de pecho y corría el riesgo de sufrir un infarto. Previamente se desconocía que se había efectuado ese vuelo.
Posteriormente ese mes se sometió a un cateterismo cardiaco, que sí se dio a conocer, pero en ese momento se dijo que se trataba de un examen de rutina. López Obrador sufrió un ataque al corazón en 2013 y padece hipertensión.