Redacción/La Razón
Con una amplia mayoría de votos, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) demandó el fin del bloqueo económico a Cuba, mismo que la isla calificó nuevamente un “acto deliberado de guerra económica.
Un total de 185 naciones respaldaron la resolución para condenar el embargo que Estados Unidos inició desde la década de los 60 contra el régimen revolucionario, mientras que el implicado EU e Israel votaron en contra y hubo dos abstenciones de Brasil y Ucrania, este último aliado del gobierno de Joe Biden por el apoyo brindado durante la invasión rusa.
Durante el debate el canciller de Miguel Díaz-Canel, Bruno Rodríguez, denunció la política de la potencia en contra de Cuba, al referir que ésta busca asfixiar económicamente a la región.
Y explicó ante decenas de delegaciones que tan sólo en la más reciente gestión los daños ya superan los seis mil millones dólares, en medio de una crisis económica a la que se suman otros factores como la pandemia de COVID-19 y el reciente embate del huracán Ian, que agravó la situación energética con severos apagones en la isla.
Mientras que desde Cuba el mandatario siguió la votación en vivo e ironizó sobre la posible respuesta de esa nación al cuestionar cuánto tiempo esperará EU para revocar sus acciones. A través de su cuenta de Twitter, Díaz-Canel lanzó “¿qué harán los demócratas con esta democrática votación de la más democrática reunión de naciones?” Al compartir un video en el que funcionarios de su gobierno aplaude la decisión de la ONU.
Su postura fue respaldada por Rusia, país que aprovechó para ahondar en las críticas contra EU al señalar que las medidas impuestas contra Cuba son “un terrorismo económico”, tal como ha calificado las sanciones que se han aplicado en su contra desde que inició la guerra en Ucrania.
Sin embargo, pese a la decisión no se prevé un cambio en las acciones de EU contra Cuba, pues la medida no tiene carácter vinculante como las anteriores, mismas que ha desairado el gobierno estadounidense, pues es un hecho que se ha condenado desde hace unos 30 años sin que hasta el momento se hayan reducido las restricciones contra ese régimen.