El izquierdista Gustavo Petro rindió protesta como presidente de Colombia ante el grito de una multitud de “¡sí se pudo, sí se pudo!” y “Petro, Petro, Petro” en la Plaza Bolívar.
A siete semanas de ganar la segunda vuelta, Petro Urrego fue investido con la banda presidencial luego de jurar ante el líder del Congreso nacional, Roy Barrera, “cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia”.
Pese a la renuencia de su antecesor para prestar la espada de Simón Bolívar para su investidura, el mandatario solicitó como nuevo comandante de las fuerzas militares traer la reliquia histórica previo a tomar protesta a su vicepresidenta y compañera de fórmula, Francia Márquez.
A la ceremonia acudieron invitados especiales como los mandatarios de Chile, Gabriel Boric, de Paraguay, Mario Abdo, y de Bolivia, Luis Arce, así como el rey Felipe VI de España; en representación de México viajaron a la región el canciller Marcelo Ebrard y la esposa del Presidente Andrés Manuel López Obrador, Beatriz Gutierrez.
En la Plaza Bolívar el nuevo mandatario también fue respaldado por tres exmandatarios colombianos: Juan Manuel Santos, ganador del premio Noel de la Paz por su diálogo de paz con grupos guerrillero, así como César Gaviria y Ernesto Samper.
Tras la doble investidura y un primer discurso de Barrera, en el que el congresista ratificó la lucha contra la violencia y el narcotráfico, se decretó un receso de 10 minutos.
Ante la multitud, el legislador anunció que así como lo ordenó Petro en su primer acto como presidente, la espada de Bolívar ya es trasladada hasta ese escenario para continuar con el acto de toma de posesión, esto luego de resaltar la importancia de retomar los procesos de paz ante lo que calificó como “una ruptura y quiebre” histórico por la transición de izquierda”.
Barrera agregó que el triunfo de Petro en junio pasado “es la prueba de que la violencia no tiene justificación”, por lo que buscan el camino de la paz.
Y lanzó un mensaje a los narcotraficantes del país “les decimos en aras de una paz total, dejen de matar no habrá ánimo de avanzar en reformas si siguen asesinando líderes sociales, ambientales policiales”.