Redacción/La Razón
El gobierno de Estados Unidos aceptó otorgar 65 mil visas para trabajadores temporales provenientes de México, de las cuales 20 mil serán para personas originarias de otros países, siempre y cuando ingresen vía aérea a ese país, informaron en un comunicado conjunto la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de Migración.
El Gobierno de México solicitó a Washington aumentar sustancialmente los mecanismos de movilidad laboral en la región. Al aceptar la propuesta, la cancillería estimó que “representa un avance significativo e innovador hacia el objetivo compartido de gestionar flujos migratorios ordenados, seguros, regulares y humanos”.
El nuevo proceso entra en vigor este miércoles y únicamente aceptará solicitantes que cumplan con las reglas del programa y que no se presenten en la frontera entre México y Estados Unidos.
Quienes se encuentren en México deberán comprobar que su ingreso legal a nuestro territorio se dio previo a este anuncio, los de nuevo ingreso ya no podrán presentar esta solicitud.
Las 65 mil visas H2-B para trabajadores temporales no agrícolas, permitirán que 20 mil ciudadanos de Centroamérica y Haití también se beneficien de esta medida.
A partir de este día las autoridades de Estados Unidos comenzarán a gestionar el acceso de 24 mil personas migrantes de nacionalidad venezolana por vía aérea.
Además, ambos gobiernos reiteraron su disponibilidad para respaldar a mecanismos de cooperación internacional para el desarrollo, con la finalidad de brindar oportunidades directamente a las comunidades de origen de los migrantes.
Para acceder al nuevo programa, los candidatos deberán ser contratados por un ciudadano estadounidense u organización basada en aquel país y deberán ingresar vía aérea y podrá solicitar empleo durante su proceso migratorio correspondiente.
En una primera etapa, el nuevo programa está dirigido a nacionales de Venezuela. De este modo, aquellas personas que busquen acceder a Estados Unidos podrán hacerlo de una manera más ordenada, segura, regular y humana, desincentivando el tránsito indocumentado que pone en riesgo su seguridad al cruzar la región.
En tanto, el Gobierno mexicano, en coordinación con organismos internacionales, fortalecerá sus políticas y programas para defender los derechos de las personas migrantes.
Las acciones de este programa serán revisadas periódicamente a fin de mejorar su instrumentación, así como para evaluar sus resultados y continuidad.