Chilpancingo, Guerrero.— La diputada Jessica Alejo Rayo propuso reformar la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado para incluir el tipo de “violencia simbólica”, definida como toda acción u omisión que reproduce y transmite patrones socioculturales y estereotipados establecidos en función del sexo, y que trae como consecuencia desigualdad, discriminación y subordinación.
En su propuesta que fue turnada a la Comisión para la Igualdad de Género, la legisladora señala entre los objetivos el establecer acciones nuevas para prevenir, atender y erradicar las conductas que permiten, fomentan y toleran la violencia contra las mujeres.
Publicidad
Y es que, señaló, “estructuralmente, a través de los años, se han mantenido y tolerado diversos tipos de violencia, entre ellos la simbólica, que es entendida y relacionada con el abuso de poder instaurado con aprobación, y se constituye mediante el uso de símbolos de autoridad; pudiendo ser oral e institucional; mediante la marginación, segregación y astucias de paralización manipuladas por instituciones que instrumentalizan maniobras de poder”.
Aseguró que la “violencia simbólica” no es un tipo de violencia diferente a la física, psicológica o económica, y reside en un incesante proceso de actitudes, gestos, esquemas de conducta y creencias, cuya conceptualización admite percibir la presencia de la supremacía y el sometimiento de género, clase o raza.
“Por tanto, la violencia simbólica es la base de todos los tipos de violencia, ya que a través de las costumbres, lenguaje y prácticas cotidianas se refuerzan las relaciones basadas en el dominio y la sumisión, y se encuentra en todos los ámbitos sociales, como la familia, la escuela, el trabajo, instituciones públicas y privadas, en la práctica religiosa, los medios de comunicación y, sobre todo, en la música, pues es ahí donde se transmiten y producen imágenes, paradigmas, mensajes, valores y normas que refuerzan los estereotipos patriarcales de género y machismo”, apuntó.
La propuesta de la diputada Alejo Rayo fue turnada a la Comisión para la Igualdad de Género del Congreso, para su correspondiente análisis y dictaminación.