
*Alberto Gómez*
Integrantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) y otras organizaciones sociales, pidieron al gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo reabrir el caso de la masacre de 17 campesinos ocurrida el 28 de junio de 1995 en el vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez.
En conferencia de prensa este mediodía en Chilpancingo, sobrevivientes de ese acontecimiento y la dirigente de la OCSS Norma Mesino Mesino, acompañados de organizaciones sociales, exigieron justicia para los campesinos que fueron masacrados hace 30 años en el vado de Aguas Blancas por policías estatales y judiciales del estado.
Norma Mesino, dio a conocer una jornada de actividades de protesta en el marco de la conmemoración de 30 años de la matanza de 17 campesinos que formaban parte de la organización.
Reprochó que hasta el día de hoy, no ha habido justicia para los campesinos asesinados y sus familias, además de que los responsables nunca fueron detenidos.
De acuerdo con Norma Mesino, las actividades dan inicio del 28 al 30 de junio con una marcha en la comunidad de Aguas Blancas para exigir la reapertura del caso.
También se pedirá la liberación inmediata de Antonio Barragán Carrasco, sobreviviente de Aguas Blancas y actualmente preso político de la OCSS, acusado por el Estado Mexicano de secuestro, homicidio, robo, Asociación Delictuosa y otros cargos.
Denunció que desde su detención, Antonio Barragán ha negado los cargos que se le imputan, sin embargo, ha sido torturado desde el 2021.
Señaló que los integrantes de la OCSS han sido desplazados, detenidos, desaparecidos y hasta asesinados extrajudicialmente desde 1995 hasta el 2013, cuando asesinaron a su hermana, Rocío Mesino Mesino.
“Tenemos en la cárcel al compañero Antonio Barragán que fue torturado de manera inhumana por quien se dijo defensor de Derechos Humanos, Eduardo Gallo, con el apoyo de Genaro García Luna”, reclamó Norma Mesino.
En la conferencia estuvieron presentes, integrantes de la CETEG, Martha Obeso, viuda de Armando Chavarría, colectivos de desaparecidos, Diana Hernández Hernández, hija de hija del luchador social Ranferi Hernández, así como otros activistas.
