Redacción/José Carlos Gatica
Chilapa de Álvarez Gro. 28 de diciembre de 2022.- Usuarios de la línea de autobuses “Altamar”, denunciaron que las secretarias que ahí atienden son déspotas y prepotentes con los usuarios.
La señora Azucena y su esposo Antonio, quienes son comerciantes, señalaron que ellos viajan por lo regular una o dos veces por mes en dicha empresa de autobuses porque acuden a la Ciudad de México a comprar producto y siempre han visto que las secretarias tratan mal a otras personas que acuden a informarse de los horarios de las salidas.
Narraron que en una ocasión ellos, decidieron irse por la mañana y no por la madrugada como normalmente lo hacían, pero al pedir informes en la oficina que está ubicada en el bulevar de Chilapa, indicaron que una de las secretarias se portó de forma déspota, por lo que decidieron no viajar más en esa línea.
“No es la primera vez que son así las secretarias. Hemos escuchado que cuando vamos a comprar los boletos para viajar en el autobús de las 12:10 de la noche, piden informes y tratan a la gente de una forma prepotente. Si no pueden atender a la gente que se vayan y que pongan a otra más amable porque pierden gente”, indicó la pareja.
Luego recordaron que no nada más viaja gente de la cabecera de Chilapa, sino también indígenas a los que son tratados también de manera prepotente.
Aunado a eso dijeron que muchas veces sus autobuses llegan tarde o salen tarde de su horario habitual, pero no pueden pedir información porque el personal contesta de manera prepotente.
Cabe mencionar que en días pasados detuvieron a un chófer de autobús de dicha empresa, aparentemente en estado de ebriedad en la calle Andrés de Urdaneta en el puerto de Acapulco
De acuerdo con autoridades, el conductor transportaba la unidad marcada con el número económico 11155 de la empresa Altamar cuándo se le hizo indicaciones por parte de elementos de la policía y al solicitarle una identificación se percataron de que se encontraba en aparente estado de ebriedad, además se que localizaron un envase de vidrio con alcohol.
Tras esto la empresa del transporte decidió cambiar a todos los pasajeros a otra unidad y permitir que la unidad involucrada fuera trasladada al corralón de tránsito municipal de Acapulco.