Amnistía Internacional (AI) exhortó a Estados Unidos y países de América Latina a no ser distantes de las violaciones a derechos humanos que persisten en la región, como en Nicaragua, Cuba y Venezuela, pues éstos deben ser una prioridad en la estrategia para reducir los flujos migratorios.
Previo a la Cumbre de las Américas, a la que no se invitó a todos los países y otros como México han declinado asistir, la directora del organismo, Érika Guevara Rosas, recalcó que ésta es la única vía para alcanzar soluciones duraderas y efectivas para eliminar nuevas caravanas.
Recordó que, pese a la pandemia de Covid-19, continua la persecución en gobiernos señalados por violar derechos humanos como los regímenes de Daniel Ortega, Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro, en los que se “emprendieron esfuerzos por socavar los derechos humanos, reprimir manifestaciones pacíficas, amedrentar a defensores de derechos humanos y periodistas y pone en peligro la independencia judicial por silencia las voces disidentes”.
Sin embargo, recordó que los indocumentados también provienen de otras naciones como Haití, debido a la crisis humanitaria, y de El Salvador, Honduras y Guatemala, por la violencia generalizada.
Por ello urgió a los participantes de la Cumbre de las Américas a garantizar la protección a los derechos humanos, hecho que consideró crítico en las naciones de acogida, pues ahí también sufren violaciones a derechos al ser encerrados o deportados de manera forzada.
Incluso, criticó que pese a la situación y el peligro al que están expuestos más países elevan las restricciones de ingreso lo que “pone a personas migrantes y en necesidad de protección internacional en grave riesgo de ser devueltas forzosamente a su país y quedar expuestas a violaciones de derechos humanos”.