Luis Daniel Nava/Colaboración Especial
Los “Futbolistas de Antaño” de Chilapa celebraron su 25 aniversario con su tradicional partido de convivencia.
Al mediodía del pasado “sábado de gloria” decenas de jugadores realizaron su tradicional partido de fútbol de convivencia en la “cancha del panteón” de esta ciudad.
No fue cualquier cascarita o encuentro futbolero, fue un partido para conmemorar un cuarto de siglo de convivencia y recordar que fueron pioneros de ese deporte en el municipio cuando aún no existían ligas.
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De acuerdo a Enrique Arcos, fue el “Viernes Santo” de 1998 cuando un grupo de amigos que en su adolescencia compartieron el gusto por el balompié se encontraron en el zócalo de Chilapa.
Ahí futbolistas como Enrique Arcos o Francisco Javier Osorio (qepd), recordaron que en los años sesenta no existía liga municipal por lo que organizaban torneos con la participación de equipos como el Independiente, La Villa, Flecha Roja, El Tecóatl o la Secundaría José de San Martín.
Así surgió la iniciativa de organizar una convivencia donde se pudieran reunir jugadores de esa época. De ahí el nombre “Futbolistas de Antaño”.
Actualmente se reúnen en Semana Santa, en agosto en el marco de La Tigrada y a fin de año.
“La primera reunión se realizó en una casa del señor Víctor Ariza. La agradable experiencia de recordar viejos tiempos hace que cada año se repita un partido de fútbol con la participación de futbolistas de antaño, además de una convivencia que permite recordar buenos tiempos de la patada”, apuntó Enrique Arcos.
En esta edición estuvieron presentes 47 futbolistas chilapenses de antaño, entre ellos: Faustino Chavelas, Chucho Meza, Manuel García “El Sabras”, Polocho, el Profe Picho, el Tolín, el Sopas, el Cabiño, Miguel Barrera “El Pulpo”, Domingo Marín “El Minchi”, La Muralla, Damián Canacasco, Arturo Miranda y Antonio García “La Simona”.
También se recordaron con fotografías y un minuto de aplausos a los jugadores que quedaron en el camino como los profesores Sergio Dolores y Javier Osorio, Juventino Casarrubias “El Capi” y el “Chevan” de La Villa.
La celebración concluyó con una amena charla y comilona con mixiotes de carne de res, arroz blanco y los tradicionales frijoles de novios, acompañados de cervezas y refrescos.
